miércoles, 18 de noviembre de 2009

Juan Simó y los techos de cristal

Instalados como estamos en la autocomplacencia de creer que tenemos uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo (aunque trabajos recientes lo cuestionen en buena medida), el artículo del mes de octubre de Juan Simó en Atención Primaria resulta un baño de agua fría, ciertamente saludable.
Simó lleva años peleando contra molinos de viento. Porque es un molino de viento conocer lo que el sistema sanitario español se gasta realmente en atención primaria, e intentar averiguarlo no deja de ser una tarea heroica. En cualquier otro país civilizado causaría asombro saber que la fuente de información más fiable para aproximarse al conocimiento de la evolución de la financiación de Atención primaria en las últimas décadas procede de los artículos de un médico de familia español que se dedica en sus ratos libres a analizar concienzudamente las bases de datos de la OCDE a falta de registros oficiales fiables que consultar.
Ya demostró en su momento que en nuestro país, las tendencias son preocupantes: la presupuestación en gasto ambulatorio público ha descendido en los últimos veinte años, ha crecido significativamente el gasto ambulatorio privado y el gasto hospitalario aumenta por encima de lo que hace la media de los países europeos.
En su último trabajo ( “el techo de cristal de la atención primaria”), Simó desarrolla los argumentos que lleva años defendiendo Jose Manuel Freire respecto a las escandalosas amenazas a la equidad e igualdad que representan para un sistema como el español la posibilidad de elección entre el sistema sanitario público y ciertas aseguradoras privadas, que tiene una parte significativa y muy influyente de este país ( mutualidades de funcionarios públicos como los jueces y fiscales, periodistas a través del convenio de la Asociación de la Prensa).
Según el trabajo de Simó, a mitad de 2008 ocho millones de españoles ( 17.4%) tenían un seguro de asistencia sanitaria privada, representando el gasto privado el 28.6% del gasto sanitario global ( cinco puntos por encima de la media europea). ¿ Es España un sistema sanitario público?.
Desde luego los datos aportados generan dudas, máxime si se valoran además los ingresos que el estado deja de percibir al permitir la desgravación fiscal por suscribir pólizas de seguros privados de empresas y trabajadores, con la consiguiente pérdida de financiación que comporta.
No es de extrañar por todo ello que, mientras el resto de los países civilizados andan pensando como fortalecer a la Atención Primaria,aquí vayamos como vamos. Como dice Simó “ se abona el terreno para el crecimiento del gasto y el aseguramiento privado cuando desde el gobierno se incentivan deducciones fiscales , se mantienen bajos niveles de calidad en todos sus sectores y los médicos mantienen niveles altos de compatibilidad asistencial público-privados”.
En un país en el que la llamada familia real acude a “hacerse chequeos” de dudosa efectividad en clínicas privadas, en el que los políticos de uno y otro signo recurren a la sanidad privada para resolver sus problemas, y en el que los periodistas mantienen sus privilegios de atención sanitaria a través de su asociación, aún nos extraña que la Atención primaria no salga nunca en la prensa ( salvo para señalar que está desbordada)

1 comentario:

  1. y las cosas van a ir a peor. Hay un importante movimiento mediático y económico- La Caixa se hace con Adeslas- para intenar fragmentar la caja única al menos para la primaria y la medicina de poca y mediana complejidad . En un escenario de larga crisis y reducción de los presupuestos públicos de salud la ofensiva para captar a la clase media y media alta ya se ha iniciado.
    Adjunto enlace de un artículo publicado el martes en el periódico de más difusión en Cataluña por un bicatedrático- Columbia y Pompeu Fabra- y proligo publicista.
    Juzgen uds mismos.
    http://www.lavanguardia.es/premium/edicionimpresa/20091117/imp_53825669423.html

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