domingo, 6 de diciembre de 2009

Manifiesto por los derechos fundamentales en internet.


El infierno está empedrado de buenos propósitos. De nuevo un buen propósito ( el reconocimiento de los derechos de autor) naufraga cuando el procedimiento para alcanzarlo ( en este caso una modificación normativa en un anteproyecto de ley) no es suficientemente meditado, ajustado y negociado. A consecuencia de ello un amplio número de blogueros, cradores de internet, usuarios y profesionales se han adherido al Manifiesto por los derechos fundamentales en internet.

La utilización de internet genera escenarios no concebibles hasta ahora, para muchos de los cuales no existen respuestas. Y para algo tan complejo, una vez más no sirven las respuestas simples. Por ejemplo, en un problemas de este tipo, en un lado se sienta el gobierno, pero ¿ quien se sienta al otro lado?. No hay una parte homogénea y cohesionado al otro lado sino una multitud de pequeñas ( o grandes) voces individuales. Como se ha comprobado, el sistema habitual de acción al que estaban habituados los actores protagonistas dominantes ( políticos, periodistas, autores) ya no sirve. Y no va a ser fácil encontrar uno.

Hasta entonces conviene ser prudente con lo que se dice. La Ministra González-Sinde al defender la actividad de la Sociedad General de Autores de españa (SGAE) utilizó el caso de los potenciales derechos de autor de Mozart: " si los hubiera tenido, él y su familia habrían vivido mejor y él habría sido más libre para crear" ( ¿aún más?).
Enric González en un magistral artículo en El Pais ya le avisó de que el venerado Mozart fue autor de uno de los actos de piratería intelectual más célebres de la historia.
Con internet hay que tener cuidado. Por desgracia,todo se sabe.

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